Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA CRONICA DEL PERU



Comentario

En que se prosigue el capítulo pasado sobre lo que toca a la ciudad de Cartago y a su fundación, y del animal llamado chucha


Como estos cañaverales que he dicho sean tan cerrados y espesos; tanto, que si un hombre no supiese la tierra se perdería por ellos, porque no atinaría a salir, según son grandes; entre ellos hay muchas y muy altas ceibas, no poco anchas y de muchas ramas, y otros árboles de diversas maneras, que por no saber los nombres no los pongo. En lo interior dellos o de algunos hay grandes cuevas y concavidades, donde crían dentro abejas, y formado el panal, se saca tan singular miel como la de España. Unas abejas hay que son poco mayores que mosquitos; junto a la abertura del panal, después que lo tienen bien cerrado, sale un cañuto que parece cera, como medio dedo, por donde entran las abejas a hacer su labor, cargadas de alicas de aquello que cogen de la flor; la miel destas es muy rala y algo agra, y sacarán de cada colmena poco más que un cuartillo de miel; otro linaje hay destas abejas que son poco mayores, negras, porque las que he dicho son blancas; el abertura que éstas tienen para entrar en el árbol es de cera revuelta con cierta mixtura, que es más dura que piedra; la miel es, sin comparación, mejor que la pasada, y hay colmena que tiene más de tres azumbres; otras abejas hay que son mayores que las de España, pero ninguna dellas pica mas de cuanto, viendo que sacan la colmena, cargan sobre el que corta el árbol, apegándosele a los cabellos y barbas; de las colmenas destas abejas grandes hay alguna que tiene más de media arroba y es mucho mejor que todas las otras; algunas destas saqué yo, aunque más vi sacar a un Pedro de Velasco, vecino de Cartago. Hay en esta provincia, sin las frutas dichas, otra que se llama caimito, tan grande como durazno, negro de dentro; tienen unos cuesquecitos muy pequeños, y una leche que se apega a las barbas y manos, que se tarda harto en tirar; otra fruta hay que se llama ciruelas, muy sabrosas; hay también aguacates, guabas y guayabas, y algunas tan agras como limones de buen olor y sabor. Como los cañaverales son tan espesos, hay muchas alimañas por entre ellos, y grandes leones, y también hay un animal que es como una pequeña raposa, la cola larga y los pies cortos, de color parda; la cabeza tiene como zorra; vi una vez una destas, la cual tenía siete hijos y estaban juntos a ella, y como sintió ruido abrió una bolsa que Natura le puso en la misma barriga y tomó con gran presteza los hijos, huyendo con mucha ligereza, de una manera que yo me espanté de su presteza, siendo tan pequeña y correr con tan gran carga, y que anduviere tanto. Llaman a este animal chucha114. Hay unas culebras pequeñas de mucha ponzoña, y cantidad de venados, y algunos conejos y muchos guadaquinajes, que son poco mayores que liebres, y tienen buena carne y sabrosa para comer. Y otras muchas cosas hay, que dejo de contar porque me paresce que son menudas. La ciudad de Cartago está asentada en una loma llana, entre dos arroyos pequeños, siete leguas del río grande de Santa Marta, y cerca de otro pequeño, del agua del cual beben los españoles; este río tiene siempre puente de las cañas gordas que habemos contado; la ciudad, a una parte y a otra, tiene muy dificultosas salidas y malos caminos, porque en tiempo de invierno son los Iodos grandes; llueve todo lo más del año, y caen algunos rayos y hace grandes relámpagos; está tan bien guardada esta ciudad que bien se puede tener cierto que no la hurten a los que en ella viven; digo esto porque hasta estar dentro en las casas no la ven. El fundador della fue el mismo capitán Jorge Robledo, que pobló las demás que hemos pasado, en nombre de su majestad el emperador don Carlos, nuestro señor, siendo gobernador de todas eslas provincias el adelantado don Francisco Pizarro, año del Señor de 1540 años. Llámase Cartago porque todos los más de los pobladores y conquistadores que con Robledo se hallaron habíamos salido de Cartagena, y por esto se le dio este nombre. Ya que he llegado a esta ciudad de Cartago, pasaré de aquí a dar razón del grande y espacioso valle donde está asentada la ciudad de Cali y la de Popayán, donde se camina por los cañaverales hasta salir a un llano, por donde corre un río grande que llaman de la Vieja; en tiempo de invierno se pasa con harto trabajo; está de la ciudad cuatro leguas; luego se allega al río grande, que está una; mas pasado de la otra parte con balsas o canoas, se juntan los dos caminos, haciéndose todo uno: el que va de Cartago y el que viene de Ancerma; hay de la villa de Ancerma a la ciudad de Cali camino de cincuenta leguas, y desde Cartago poco más de cuarenta y cinco.